/ Aquellos luceros que eran previstos hacia él lo dejaron con algo de duda y curiosidad ante lo que intentaría jugar o difundir su personalidad enigmática.
Bella, guapa, estéticamente hermosa. / Su tono era melódico, cautivando así la ocasión e intensidad de ambos; su sonrisa lo atrajo como una especie de imán, donde se sentía atraído, aunque esto le permitiera relajar su cuerpo. La llevó directo a su rostro, donde con su mirada penetraba cada rincón intentando memorizar los rasgos faciales de ella, sin reparar mucho en esa acción. Eso buscaba percibir, a veces... / No terminó de contar, se quedó perplejo ante sus toques inauditos contra él. Pareció divertirle, porque nadie más era declarado autónomo como para tocar su pecho o el mismo cuerpo de Nova. Bajo sus dedos lentamente, como un rodaje en cámara lenta, mostrando ocurrencias del mismo material; parecía que los dos eran los actores para una serie, película o cuento. Impuro sin mucha dilación, entregó su ushanka y lo colocó con amabilidad en ella, no convencido; bajo aún más el gorro, casi tapando la visión que iba para arriba, ocultándose de una manera tierna y estratégica. ¿Quieres este cuerpo glorioso acaso? Es un privilegio que lo toques, aunque no sea tu amo. / Lo último no lo tuvo en cuenta mientras hablaba; puso una expresión rara ante su fijación y controlamiento de su abdomen. Al bajar su mirada y percatarse de que no hablaba solo por hablar, tuvo un aire intenso en su espalda. No obstante, sus manos también fueron llevadas a la parte trasera de su cintura, apoyándose mutuamente y pegando el cuerpo impropio contra el propio, teniendo un choque leve. Apretaba donde sus dedos querían, y eso no le interesaba; solo quiso sentir aquella fricción y conexión por parte de él.